Sergio Ramírez
La lectura es sensual. Se abre un libro para gozarlo. El primer deber de un libro de ficción es distraer, y aun las lágrimas que se vierten al leer sobre dolores y desventuras son parte de ese mismo gozo. Al tratar de iniciar a alguien en la lectura, lo peor es anteponer entre el lector y el libro algún aburrido propósito pedagógico. (Continúa, haz clic en el enlace de arriba).